domingo, 29 de janeiro de 2012

La ciencia como víctima de la propiedad privada



Agencia Matriz del Sur


El siguiente ensayo pretende mostrar una de las tantas formas que tienen los países industrialmente desarrollados (PID) de apropiarse de los recursos de los países industrialmente no desarrollado (PIND). A diferencia de las formas tradicionales de entrega (como por ejemplo, ausencia de políticas de protección para los recursos naturales por parte de los PIND, implementación de políticas tendientes al desmantelamiento y privatización de empresas estatales, etc.), en la explotación y/o apropiación de los recursos del Estado mediante el sistema científico tecnológico existente y hegemónico, se presentan variantes específicas del área. En particular me voy a centrar en la apropiación del conocimiento generado o potencialmente generado.
Esta apropiación de conocimiento, y de los recursos científicos y tecnológicos, está instrumentada a través de políticas científicas y tecnológicas públicas que deben ser revisadas para una auténtica defensa de la soberanía. La mayoría de las políticas en C&T en Latinoamérica, con escasas y honrosas excepciones, terminan por entregar el conocimiento generado mediante artículos científicos, aceptando patentes con las condiciones impuestas, tolerando la fuga de cerebros y/o por la transferencia directa de tecnología a empresas privadas, que en su mayoría pertenecen a los PID. Los análisis aquí vertidos están referidos principalmente al área de las ciencias exactas y naturales (se excluye a las ciencias sociales por que no responden a la misma lógica de mercado mundial).
Introducción
Para comenzar es necesario establecer el marco y las definiciones en las que desarrollar las propuestas. En torno a la definición de ciencia ha habido una controversia a través de los años, debido a la existencia de objetividad o no en la misma, así como también en lo referente a sus alcances e incumbencias. No es la intención de este trabajo abordar el problema de definición en detalles. Para ello basta con recurrir al trabajo recientemente publicado por Jorge Nuñez Jover [J. N. Jover] en donde hace un extenso desarrollo del tema, abordando incluso la distinción entre ciencia, tecnología y su confuso límite, tecnociencia.
Tampoco es la intención de las presentes líneas ahondar en la distinción entre unas y otras. Tan solo me voy a limitar a trabajar sobre una de las definiciones abordadas por Jover y expresada por Krober (1985), en las que afirma que entiende “la ciencia no solo cómo un sistema de conceptos, proposiciones, teorías, hipótesis, etc., sino también simultáneamente como una forma específica de la actividad social dirigida a la producción, distribución y aplicación de conocimiento acerca de las leyes objetivas de la naturaleza y la sociedad.
Aun más, se puede afirmar, la ciencia se nos presenta como una institución social, como un sistema de organizaciones científicas, cuya estructura y desarrollo se encuentran estrechamente vinculados con la economía, la política, los fenómenos culturales, y en general con las necesidades y las posibilidades de la sociedad que estemos analizando.
De esta simple y completa definición se desprende que la ciencia así entendida no es neutra y que lo único que podría ser neutro son las leyes objetivas de la naturaleza”. Más aún: todo el resto de los elementos que las componen, tales como producción, distribución, aplicación, enseñanza, etc., son subjetivos y están determinados por el sistema político de la sociedad en la que ella se halla circunscripta. De esta manera y en los tiempos que vivimos, la ciencia pasa a ser como muchas otras instituciones.
Para los estados capitalistas del mundo, mayoritarios, es una herramienta más del estado burgués, por lo que estará regida por los intereses de mercado de la burguesía trasnacional o nacional. Como parte de la ciencia, las instituciones científicas, ya sean de los ministerios, secretarias, universidades, etc., son parte de la estructura de un sistema destinado a la producción de conocimiento para un sector social determinado: el que acumula el capital, por lo tanto dicta las leyes y normas que a esta rigen. Salvo algunas naciones y/o grupos de individuos, el sistema científico esta articulado de forma tal que el conocimiento generado beneficie al capital en la forma de un saber utilizable para la dominación o para “perfeccionar” la apropiación de plusvalía.
Desde esta perspectiva parecería claro, en un principio la definición de ciencia y el rol que cumple en los estados capitalistas. Sin embargo, así como sucede en el sistema de producción mundial (en la división internacional del trabajo), en el que cada estado capitalista cumple un rol determinado (ya sea industrial, agroexportador, proveedor de materias primas, etc.), las estructuras científicas y la ciencia en cada una de estos estados están organizadas de manera tal de cumplir el rol equivalente (aunque más veladamente a los partícipes de esta y a la población en su conjunto).
Sobre la sociedad del conocimiento
La mayoría de los gobiernos de los estados capitalistas resaltan constantemente que nos encontramos en “la sociedad del conocimiento”. No carece de verdad la afirmación, pero esta lamentablemente es utilizada para engañar a la población y justificar la transferencia directa del dinero de las arcas del estado (invertido en investigación) a las grandes trasnacionales.
Esta denominación de “sociedad del conocimiento” justifica por un lado una gran inversión en ciencia y tecnología con dineros públicos que le ahorra recursos al sector privado. Por otro lado justifica el aumento en el ritmo de producción de conocimiento y la reducción de tiempo en la trasformación de conocimiento básico en tecnologías [A. Lage]. Sin embargo esta “sociedad del conocimiento” cumple las reglas de la división internacional del trabajo.
En este sentido, por ejemplo, algunos de nuestros países de Latinoamérica se limitan a la generación de conocimiento básico mientras que en los “países centrales” no solo producen este conocimiento básico sino que también lo transforman en tecnología.
Un punto interesante es la direccionalidad del conocimiento generado, el cual tiene un horizonte bien definido y poco plural o democrático: para la dominación o la plusvalía. ¿A cuantos países se les ocurriría como a Cuba, invertir en el estudio de la determinación genética de las antenas de la vinchuca, vector de la enfermedad de Chagas, sólo para quitarle su condición de vector de una manera económica y quizás definitiva?
La llamada “sociedad del conocimiento” ha tenido a lo largo de la historia cambios estructurales en la forma de generarlo. Según Woolgar [J. N. Jover], la estructura organizativa de la ciencia se puede clasificar en tres grandes etapas: amateur (1600-1800), académica (1800-1940) y la profesional o industrial que domina hasta nuestros días.
La primera de estas etapas estuvo vinculada a sectores de la aristocracia, mientras que la segunda ya es desarrollada en forma mas profesional y en universidades demandando cierto conocimiento técnico para su desarrollo. Durante estos períodos la ciencia se entendía “desvinculada de los intereses ajenos” a esta y giraba en torno a la “búsqueda de la verdad”. Ya en la última etapa la ciencia se profesionaliza y/o industrializa. Como todos los procesos productivos, es atravesada por el capitalismo, que la transforma. De esa manera pasa a ser un valor fundamental para el capital el cual la moldea según sus principales intereses.
Al igual que un artesano es transformado en un operario en la producción a gran escala, el científico es transformado en un operario científico. Es decir, el científico que antes conocía un proceso completo del conocimiento; pasa a ser especializado de forma tal que cumpla con una producción específica en la cadena mundial de producción de conocimiento.
Esto trae aparejado no solo la trasformación en las estructuras organizativas de los centros de investigación, sino también en la enseñanza de las ciencias (planes de estudio, reformas en educación, etc.) y la posibilidad de los científicos de acceder a un saber más general y “propio”. En este sentido el sistema actúa en detrimento de la formación y el desarrollo de los científicos, trasformándolos de un curioso buscador de verdades a un productor de pequeños saberes que sirvan al mercado.
El valor de la mercancía solo surge del trabajo del hombre, entonces, es la fuerza de trabajo la única fuerza capaz de general valor. Dentro de esta clasificación de trabajo podemos encontrar, según las definiciones marxistas, el “trabajo inmediato” que es aquel que se desarrolla en el proceso de la manufactura, o bien el “trabajo general” que es el que se incorpora valor a través de los conocimientos y la tecnología.
Según Marx: “Es trabajo general todo trabajo científico, todo conocimiento, todo invento”. Entonces el trabajo inmediato es el asociado a la manufactura, la producción de bienes comerciables mientras que la ciencia y la tecnología es trabajo general que incorpora valor al trabajo inmediato. Este punto es sumamente importante y fundamental en el rol de los PIND y su relación con la producción mundial de conocimiento.
A partir de esta nueva industria del conocimiento, el capital ha conseguido acumular aun más capital, valor generado por este conocimiento. Sin embargo en esta sociedad de conocimiento no todos los estados cumplen el mismo rol, como tampoco lo han cumplido en otros tiempos y/o áreas de producción de bienes.
Las relaciones y funciones de los países según categoría (industrial/exportador de materias primas) desarrolladas durante el período de industrialización se reproducen de forma semejante en la producción de conocimiento a nivel mundial. En forma equivalente, aquellos países (los PIND) que exportaban y exportan materias primas, en lo que refiere al conocimiento exportan el “saber” en bruto. Los científicos (ya sea en forma directa o indirectamente), mientras que los PID generan saber también lo transforman en productos comercializables.
Es decir en la sociedad del conocimiento, el mundo entero se dedica a generar conocimiento mientras solo algunos países son los que se encuentran en condiciones de transformar ese conocimiento en bienes capitalizables.
Sobre la apropiación del conocimiento
En un trabajo presentado por A. Lage se deja en manifiesto distintas formas de apropiación de nuestros “recursos” humanos. El eje principal de dicho trabajo publicado gira en torno a la apropiación del conocimiento mediante leyes de protección intelectual, principalmente patentes, en donde estas se entienden -según Lage- como “un derecho monopólico de comercialización (y de exclusión de terceros de comercialización) que otorga un Estado durante un tiempo dado, a alguien que ha hecho una “invención”, que debe ser de utilidad práctica y además no-obvia a partir del conocimiento precedente”.
En ese mismo sentido intentaré avanzar en las formas de esta apropiación pero desde algunos de los aspectos no del todo elaborados por A. Lage. Como bien hizo notar en sus textos el autor, en la actualidad y en relación a la ciencia y la tecnología los productos que salen al mercado son desarrollados mediante procesos de varias etapas.
En muchos casos, y la mayoría para los productos de última generación, este proceso comienza con investigaciones en laboratorios científicos, desarrollando así las bases que después son útiles en nuevas tecnologías. Dentro del desarrollo de las nuevas tecnologías los descubrimientos científicos cobran un rol fundamental que justifica grandes inversiones por parte de los estados del mundo.
La apropiación del conocimiento, entendido como conocimiento científico, se da en dos ejes fundamentales. El primero en forma directa mediante la cooptación de los científicos formados (emigración selectiva según A. Lage) en los PIND. Esta cooptación se gesta generando predisposiciones subjetivas en los jóvenes científicos.
Por ejemplo, el concepto que “la ciencia en otros países es mejor”, la necesidad de adoptar una especialización en el exterior para “entender” como funciona el mundo científico. Más aún, en muchos países de America del Sur es exigencia para acceder a un trabajo de profesor y/o investigador estable haber tenido alguna experiencia en el exterior y preferentemente en aquellos países que son referentes de producción científica. Esta cooptación genera varios beneficios en los PID.
Por un lado si consideramos que formar un científico sin titulo de doctor cuesta alrededor de treinta mil dólares, los estados receptores de esta manos de obra calificada se estarían ahorrando ese dinero por cada investigador formado. Ejemplo interesante para considerar es el de Estados Unidos. Si aproximadamente el 25 % de los científicos que trabajan en Estados Unidos provienen del exterior y según las cifras de la UNESCO, al 2007 este contaba con 1.200.000 investigadores, 300.000 serían extranjeros, lo que representa un ahorro cercano a los 9 billones (9.000 millones) de dólares en el 2007. En este punto creo que está claro, al menos en unos de los aspectos, la gran transferencia de recursos de los PIND hacia los PID.
No creo que sea menor mencionar que las becas y/o contratos otorgados a estos investigadores en formatos de estadía doctoral y/o post-doctoral, no cuentan con aportes en materia de asistencia medica, aportes jubilatorios, asignación familiar, etc., lo que aumenta aun más el beneficio del estado del país central, al contratar un doctorando del exterior (proveniente de un PIND). También es importante mencionar que las estadías doctorales y/o postdoctorales son los periodos de mayor producción científica y tecnológica de los investigadores.
De todos los científicos que migran constantemente a los países centrales, algunos, dependiendo, principalmente, de su productividad, podrán quedarse generando más conocimiento para ese país que los apropió.
Los otros mayoritariamente vuelven a su lugar de origen (como “cuadros” científicos), y lo más probable es que desarrollen líneas de investigación en concordancia con los intereses de los grandes centros de investigación a los cuales fueron a realizar sus estadías doctorales y/o postdoctorales. De este modo, reproducen en su propio país las líneas hegemónicas de investigación/desarrollo, que atienden necesidades de los grandes capitales.
Por lo general, los PIND no cuentan con líneas propias de investigación (en el sentido que estén vinculadas a necesidades directas de la sociedad) estos “cuadros” científicos terminan siendo los que promueven, sugieren y promocionan a los “mejores científicos” del sistema, que responden a la misma línea.
Como complemento de esto, la banca mundial (a través de créditos del BID, FMI, o coacciones en las leyes por la OMC, etc.), es quien establece las normas que terminan por definir a estos “mejores científicos”, que según los parámetros del sistema hegemónico, son aquellos que se forman en las mejores centros de desarrollo científico mundial, vinculados directamente a los intereses de gran capital y en sociedad con la banca mundial. Se cierra así el “circulo científico”.
Sumado a esto, los países que sufren la apropiación de su conocimiento producido, no tienen reglamentaciones adecuadas de manera de preservar la inversión en formación de científicos y de protección de conocimiento, cuestión que claramente no es casual y garantiza que lo antedicho se cumpla. Es una clara muestra de esta situación el hecho que en EEUU los tratados internacionales tienen un rango inferior a la constitución, mientras que en nuestros países Latinoamericanos, al momento de suscribirlos se les otorga un carácter supraconstitucional.
Otra de las formas de apropiación de conocimiento es mediante las publicaciones científicas. Este sistema único de producción internacional del conocimiento que se va difundiendo en los distintos países del mundo (con algunas excepciones, no relacionadas entre sí) está ampliamente aceptado en base a varias argumentaciones sumamente cuestionables.
Entre estas argumentaciones podemos encontrar, por ejemplo, que “el conocimiento es universal”, lo que implicaría la necesidad de su publicación. Esto claramente es una manipulación del concepto de conocimiento para generar el fácil acceso de parte de los sectores de poder a la investigación básica, cuando no tienen el mismo criterio para el conocimiento de sus desarrollos concretos.
¿El conocimiento es más “universal” cuando lo tienen las corporaciones? ¿Lo publican (la NASA, por ejemplo)?
También entre los científicos del mundo vamos a encontrar posturas similares de entrega de conocimiento, fundadas en el “avance colectivo de la ciencia”. Es decir, que todos debemos publicar nuestros resultados científicos para que en otros lugares no necesiten hacer nuevamente lo que ya se descubrió o realizó.
Eso también es cuestionable, porque las grandes potencias económicas del mundo no reportan a la comunidad mundial todos sus resultados científicos y tecnológicos obtenidos. A su vez son los únicos en condiciones de materializar tecnológicamente mucho de esos avances. Varios de estos puntos fueron desarrollados por un documento elaborado por GPU (Grupo de Política Universitaria, Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina).
Sin embargo para llegar a una demostración un poco más empírica de que nos encontramos en una clara entrega del conocimiento mediante la producción de artículos científicos voy a tomar algunos datos estadísticos reportados por la UNESCO y el Banco Mundial.
Primero vamos a suponer (al igual que lo hacen los Estados) que en lo que refiere a ciencia y técnica, el avance y desarrollo de un país esta determinado por la cantidad de artículos científicos publicados.
Entonces uno esperaría que los países que mas “desarrollados” están, tengan una producción científica mucho mayor. Esto es fácil de comprobar viendo los datos reportados por UNESCO en donde se ve que EEUU reporta una producción científica en el año 2007 de un orden de magnitud mayor que Brasil, dos órdenes de magnitud mayor que países como Argentina y México y hasta tres ordenes de magnitud mayor que países como Venezuela, Cuba y Colombia.
Comparando la cantidad de científicos que cuenta cada país, se puede estimar la producción media por científico de cada estado. No existen proporción en las diferencias en producción científica por investigador respecto del volumen total de artículos. La lista esta encabezada por Venezuela, seguida por Colombia Cuba y México.
Recién en quinto lugar (entre los países ejemplo) vendría EEUU, seguido de Brasil y Argentina. Ellos predican la publicación masiva de artículos, pero su propia producción es muy baja respecto de la población total de científicos, en relación a lo producido en los PIND.
Entonces, la hipótesis propuesta mostraría ser cierta: es decir, todos los países producen más o menos lo mismo per cápita (de científicos) pero tanto Brasil como EEUU (la mayor potencia mundial, la potencia regional y miembro del BRIC) producen menos artículos en relación a la cantidad de científicos que tienen.
Para hacer un análisis un poco más real, y ver que solo un pequeño porcentaje de la producción de EEUU, por ejemplo, es comunicada a la comunidad internacional, es decir reportada en artículos, deberíamos tomar algunos otros parámetros: la inversión de los Estados en C&T para ese periodo.
Si consideramos entonces la cantidad de artículos publicados en relación (razón) a las cantidad de científicos y la inversión en C&T encontramos que este valor es al menos dos veces menor en EEUU que en el resto de los países ejemplo. Esto, en principio, nos podría indicar dos cosas. O que la productividad de los científicos radicados en los Estados Unidos no es muy eficiente, o que en realidad la gran cantidad del capital invertido en ese país es destinado a investigaciones que no producen artículos científicos.
Nº de Investigadores Nº de artículos Art. x investigador X10 (8) GBID % PBI Jua x 10(-13)
Argentina 38681 7475 0,19 26,6 0,45 7,28
Brasil 124882 31056 0,25 199,4 1,1 724,8
Colombia 6924 2226 0,32 6,1 0,16 5217,2
Cuba 5236 1575 0,30 -------- 0,44 -----
EEUU 1412639 384000 0,27 3731,9 2,27 7,28
Mexico 37930 10732 0,28 57,2 0,37 494,7
Venezula 4503 1764 0,39 ---------- ------ --------
Referencias de la tabla:
Nro. I.: Número de investigadores.
Nro. A.: Número de artículos.
A/I: Número de artículos/ Número de investigadores.
GBID: Gasto bruto en investigación y desarrollo.
PBI: Producto bruto interno.
SD: Sin Datos.
Datos obtenidos de la Unesco [UNESCO] y el Banco Mundial [BM].
Haciendo una comparación un poco grotesca (pero ilustrativa) podríamos decir que de cada 1 dólar que EEUU destina a la producción de artículos científicos, Argentina destina cerca de 100, Brasil 18, Colombia 750 y México 70. Más aun, si prestamos atención en los resultados reportados por la UNESCO, referidos al 2009 se puede ver que EEUU destina cerca del 70 % de su inversión en I&D a emprendimientos vinculados a las empresas y negocios, mientras que, por ejemplo, Argentina al igual que Colombia y Brasil destinan mas del 50 % en estructuras de Estado (Universidades, institutos, centros y laboratorios estatales de investigación) de Ciencia y tecnología.
Esto es en gran parte transferencia directa a las empresas del capital trasnacional. Sin embargo creo que merece la pena hacer una aclaración, para no generar confusiones. No es que este valorizando la transferencia del capital del estado estadounidense a las empresas que allí se radican.
Cuestionamos la apropiación de nuestros recursos a través de publicaciones y la falta de una inversión estatal en C&T asociada a las necesidades de la población, la hipocresía de los que forman parte de nuestros sistemas de ciencia y técnica, y el carácter poco “protector” (de la soberanía) de los gobiernos de los PIND.
Tampoco es mi intención aducir que los países de Latinoamérica, por ejemplo, deban dejar de producir y publicar conocimiento. Lo que si es muy cuestionable es la unidireccionalidad de la inversión de Estado y la ausencia de desarrollos de otra índole vinculados a la C&T.
Países disidentes
Sin embargo esta sistema hegemónico de Ciencia y Técnica no esta completamente instaurado en todos los países de mundo. Más aún, podemos encontrar en Latinoamérica países en que este modelo de producción y entrega de conocimiento no esta completamente implementado y desarrollado. Esto puede responder a diferentes razones, sin embargo un análisis sensato de estas razones excedería claramente las intenciones del presente trabajo y merecería un análisis tan solo para ello.
Sin embargo, nos basta saber que en algunos países, el tejido político social de C&T no esta completamente desarrollado. Esta falta de desarrollo del área de C&T dentro del estado hace que no este completamente alineado a los intereses extranacionales y podría ser base para la formulación de modelos de desarrollo de CyT no alineados a los intereses del mercado.
Así, por ejemplo, la situación de relativa desventaja histórica del desarrollo del sistema científico y técnico en países como Venezuela, Bolivia o Ecuador, puede representar una ventaja al momento de emprender un proyecto soberano.
El aparente “desarrollo” en Argentina, por ejemplo, está totalmente alineado a los intereses transnacionales, lo que resultaría en un obstáculo a la hora de llevar adelante un proyecto transformador.
Ahora bien, como se menciono antes, “la ciencia se nos presenta como una institución social, como un sistema de organizaciones científicas, cuya estructura y desarrollo se encuentran estrechamente vinculados con la economía, la política, los fenómenos culturales, con las necesidades y las posibilidades de la sociedad dada.”, con lo que esperaríamos que solamente aquellos países que planteen su economía y sus políticas en forma no alineada a lo instaurado, serán los que puedan desarrollar nuevas y disidentes direcciones en la forma de hacer ciencia y tecnología.
En el marco de este planteo es sabido que algunos países como Ecuador, Venezuela y Bolivia vienen reformulando sus estructuras sociales y políticas con metas hacia el socialismo del siglo XXI. Aunque en este camino presentan serias limitaciones de distinta índole, como por ejemplo gobernar con estructuras heredaras, presenta, en el área de ciencia y técnica, ciertas posibles ventajas para estas transformaciones sociales que se proponen.
Estas ventajas provienen del incipiente desarrollo de un sistema científico tecnológico alineado al resto del mundo, lo que genera beneficios y desafíos. Los beneficios están en que la estructura organizativa no esta formada (o del todo formalizada) y no existe una tradición científica alineada como lo puede ser en países como Argentina, Brasil y Colombia por ejemplo.
Esto genera que no haya una gran masa de investigadores y profesores abocados a la investigación ya instalados en el sistema, y que típicamente tienden a generar inercia frente a cualquier transformación, debido a que cualquier transformación atentaría contra los parámetros de evaluación con los cuales llegaron a referenciarse. Sumado a esto, la estructura burocrática relacionada a la C&T sería más fácil de formular y/o reformular según sea el caso.
Los desafíos están claramente relacionados a la capacidad o no de desarrollar sistemas científicos no alineados a lo aceptado mundialmente (o al menos en el mundo occidental). Para ello deberán cumplir con varias prioridades asociadas a los parámetros de las nuevas sociedades planteadas, y que, simultáneamente le muestre al mundo una nueva forma disidente y útil para el pueblo de hacer ciencia con los recursos del mismo.
Esto no puede ser solamente el conjunto de buenas intensiones de algunos profesores y/o investigadores sino que tiene que ser parte de un plan social de Ciencia y Tecnología emancipador que considere las relaciones sociales, los recursos naturales, el nivel de desarrollo de las Universidades y profesionales, nivel de desarrollo de las empresas estatales y privadas, revisión y reformulación de legislaciones, la estructuración, la incorporación y la promoción de científicos con parámetros (y en áreas) vinculados al nuevo proyecto social de C&T, etc.
Conclusiones

El sistema científico mundial occidental esta hegemonizado por un estándar que garantiza la transferencia de conocimiento en distintas formas a las “grandes” empresas del mundo. El conocimiento es centralizado por los países industrialmente desarrollados quienes los transforman en productos de consumo.
Solo aquellos países que planteen una reformulación en la estructura del estado en donde este no se rija por el capitalismo, serán los que estarán en condiciones de reformular un nuevo horizonte para la ciencia, en donde esta podría ser un beneficio del pueblo y no de un grupo reducido de personas a nivel mundial.
Referencias:
(J. N. Jover) Jorge Núñez Jover. LA CIENCIA Y LA TECNOLOGIA COMO PROCESOS SOCIALES. Lo que la educación científica no debería olvidar. Editorial Felix Varela (1999).
(A. Lage) Agustin Lage, Propiedad y apropiacion en la economia del conocimiento., IX Encuentro de Globalización y Problemas del Desarrollo. El economista de Cuba, version on line.
(Karl Marx) Karl Marx, El Capital, Ed. Siglo XXI, 1981, Vol. 6: 128. (GPU) Grupo Poryecto Universidad (GPU), UNMdP, divulgado desde Grupo Gestión de Política de Estado en Ciencia y Tecnología.
http://www.grupogestionpoliticas.blogspot.com/
(BM) Banco Munidal http://datos.bancomundial.org/
(UNESCO) Unesco institute for statistics http://stats.uis.unesco.org/

http://matrizur.org/index.php?option=com_content&view=article&id=18048:la-ciencia-como-victima-de-la-propiedad-privada&catid=47:conocimiento-y-tecnologia

domingo, 15 de janeiro de 2012

A autora que vendeu 1 milhão de e-books: preço baixo.



Amanda Hocking, the writer who made millions by self-publishing online

A couple of years ago, Amanda Hocking needed to raise a few hundred dollars so, in desperation, made her unpublished novel available on the Kindle. She has since sold over 1.5m books and, in the process, changed publishing forever
Woman makes millions from self published books
Amanda Hocking: 'I didn't have a lot of hope invested in ebooks'. Photograph: Carlos Gonzalez/Polaris
When historians come to write about the digital transformation currently engulfing the book-publishing world, they will almost certainly refer to Amanda Hocking, writer of paranormal fiction who in the past 18 months has emerged from obscurity to bestselling status entirely under her own self-published steam. What the historians may omit to mention is the crucial role played in her rise by those furry wide-mouthed friends, the Muppets.  
To understand the vital Muppet connection we have to go back to April 2010. We find Hocking sitting in her tiny, sparsely furnished apartment in Austin, Minnesota. She is penniless and frustrated, having spent years fruitlessly trying to interest traditional publishers in her work. To make matters worse, she has just heard that an exhibition about Jim Henson, the creator of the Muppets, is coming to Chicago later that year and she can't afford to make the trip. As a huge Muppets fan, she is more than willing to drive eight hours but has no money for petrol, let alone a hotel for the night. What is she to do?
Then it comes to her. She can take one of the many novels she has written over the previous nine years, all of which have been rejected by umpteen book agents and publishing houses, and slap them up on Amazon and other digital ebook sites. Surely, she can sell a few copies to her family and friends? All she needs for the journey to Chicago is $300 (£195), and with six months to go before the Muppets exhibition opens, she's bound to make it.
"I'm going to sell books on Amazon," she announces to her housemate, Eric.
To which Eric replies: "Yeah. OK. I'll believe that when it happens."
Let's jump to October 2010. In those six months, Hocking has raised not only the $300 she needed, but an additional $20,000 selling 150,000 copies of her books. Over the past 20 months Hocking has sold 1.5m books and made $2.5m. All by her lonesome self. Not a single book agent or publishing house or sales force or marketing manager or bookshop anywhere in sight.
So let the historians take note: Amanda Hocking does get to Chicago to see the Muppets. And along the way she helps to foment a revolution in global publishing.
I've come to Austin, legendary birthplace of Spam (the canned as opposed to the digital version), to find out what this self-publishing revolution looks like in the flesh. I can report that, from the outside, it's surprisingly conventional. Hocking no longer lives in that pokey apartment, but then she's no longer a struggling would-be author. She's bought herself her own detached home, the building block of the American dream, replete with gables and extensions, its own plot of land, and a concrete ramp on which to park the car.
But step inside and convention gives way to a riot of colour. It is just before Christmas, and Hocking has decorated the house with several plastic trees bedecked in lights and two large Santa stockings pinned expectantly over the mantelpiece. The sofa is scattered with animals, some of the cuddly toy variety and others alive, notably Elroy the miniature schnauzer and Squeak the cat (apparently they get on very well).
She greets me at the door and, without preamble, we talk for the next two hours about her extraordinary rags-to-riches tale and what it means for the future of the book. At 27, and with only a few months in the limelight, she is patently new to the fame game. She seems nervous at first, answering my questions in short bursts and fiddling with her glasses; but gradually she relaxes as we discuss what for her has been the central passion of her life since an infant.
She was brought up in the Minnesota countryside on the outskirts of Blooming Prairie about 15 miles north of Austin. Her parents divorced when she was young, money was tight and there was no cable TV to wallow in. "So I read a lot. I would go to the library, or get books at rummage sales. I got through them so quickly I started reading adult books because they were longer. I remember my mom giving me a box set of five books to last me all summer; I devoured them all in two weeks."
By the age of seven she was reading Jaws by Peter Benchley and anything by Stephen King. Michael Crichton, JD Salinger, Shakespeare, Jane Austen, Mark Twain, Jack Kerouac, Kurt Vonnegut and many others fed an insatiable appetite.
It was a way, she now thinks, of coping with the depression that troubled her childhood. "I was always depressed growing up. There wasn't a reason for it, I just was. I was sad and morose. I cried a lot, I wrote a lot, and I read a lot; and that was how I dealt with it."
What went in had to come out. The child Hocking began telling her own stories before she could walk. She was forever inventing make-believe worlds, so much so that the counsellor to whom she was sent for depression concluded that her incessant storytelling was an aberration that had to stop. Fortunately for Hocking, and for her many fans, her parents took her side in this argument, and she was never sent back to see him.
At 12 she had already begun to describe herself as a writer and by the end of high school she estimates she had written 50 short stories and started countless novels. The first that she actually completed, Dreams I Can't Remember, was written when she was 17. She was very excited by the accomplishment, and printed it out for friends and family, as well as sending it to several publishers.
"I got rejection letters back from all of them. I don't blame them – it wasn't very good," Hocking says.
Hocking went on to develop an intimate relationship with rejection letters. She has somewhere in her new house a shoebox full of them.
Yet she would not give up. She wrote unpublished book after unpublished book. "Sometimes I'd say: 'I'm done, I'm never going to write another book,' but then a couple of months later I'd have another idea and I'd start again. This time it was bound to work."
In 2009 she went into overdrive. She was frantic to get her first book published by the time she was 26, the age Stephen King was first in print, and time was running out (she's now 27). So while holding down a day job caring for severely disabled people, for which she earned $18,000 a year, she went into a Red Bull-fuelled frenzy of writing at night, starting at 8pm and continuing until dawn. Once she got going, she could write a complete novel in just two or three weeks. By the start of 2010, she had amassed a total of 17 unpublished novels, all gathering digital dust on the desktop of her laptop.
She received her last rejection letter in February 2010. Hocking says she hasn't kept the letter, which is a crying shame because it would surely have been an invaluable piece of self-publishing memorabilia. As far as she can remember, the last "thanks-but-no-thanks" came from a literary agent in the UK. If that agent is reading this article, please don't beat yourself up about this. We all make mistakes ...
April 15 2010 should also be noted by historians of literature. On that day, Hocking made her book available to Kindle readers on Amazon's website in her bid to raise the cash for the Muppets trip. Following tips she'd gleaned from the blog of JA Konrath, an internet self-publishing pioneer, she also uploaded to Smashwords to gain access to the Nook, Sony eReader and iBook markets. It wasn't that difficult. A couple of hours of formatting, and it was done.
"I didn't have a lot of hope invested in it," she says. "I didn't think anything would come of it." How wrong she was.
Within a few days, she was selling nine copies a day of My Blood Approves, a vampire novel set in Minneapolis. By May she had posted two further books in the series, Fate and Flutter, and sold 624 copies. June saw sales rise to more than 4,000 and in July she posted Switched, her personal favourite among her novels that she wrote in barely more than a week. It brought in more than $6,000 in pure profit that month alone, and in August she quit her day job.
By January last year she was selling more than 100,000 a month. Being her own boss allowed her to set her own pricing policy – she decided to charge just 99 cents for the first book in a series, as a loss leader to attract readers, and then increase the cover price to $2.99 for each sequel. Though that's cheap compared with the $10 and upwards charged for printed books she gained a much greater proportion of the royalties. Amazon would give her 30% of all royalties for the 99-cent books, rising to 70% for the $2.99 editions – a much greater proportion than the traditional 10 or 15% that publishing houses award their authors. You don't have to be much of a mathematician to see the attraction of those figures: 70% of $2.99 is $2.09; 10% of a paperback priced at $9.99 is 99 cents. Multiply that by a million – last November Hocking entered the hallowed halls of the Kindle Million Club, with more than 1m copies sold – and you are talking megabucks.
The speed of her ascent has astonished Hocking more than anyone. She was so elated to receive her first cheque from Amazon, for $15.75, that she didn't cash it and still has it pinned up on a noticeboard above her desk. "It went from zero to 60 overnight," she says. "Everybody was buying my books and it was overwhelming."
In internet-savvy circles she has been embraced as a figurehead of the digital publishing revolution that is seen as blowing up the traditional book world – or "legacy publishing" as its detractors call it – and replacing it with the ebook, where direct contact between author and reader, free of the mediation of agent and publishing house, is but a few clicks away. There is certainly something to that argument. The arrival of Hocking onto the Kindle bestseller lists in barely over a year is symptomatic of a profound shift in the book world that has happened contiguously. Her rise has occurred at precisely the moment that self-publishing itself turned from poor second cousin of the printed book into a serious multi-million dollar industry. Two years ago self-publishing was itself denigrated as "vanity publishing" – the last resort of the talentless. Not any more.
A survey carried out last year by the book blog Novelr found that of the top 25 bestselling indie authors on Kindle, only six had ever previously enjoyed print deals with major book publishers. With ebook sales reaching $878m in the US in 2010, an almost fourfold increase from the year before, some 30 authors have already sold more than 100,000 copies through Kindle's self-publishing site. That's the kind of statistic that made Penguin's chief executive, John Makinson, say recently that he saw "dark clouds" gathering in 2012.
But Hocking's new-found stature as self-publishing vanguardista is not something she welcomes. "People built me up as a two-dimensional icon for something I was not. Self-publishing is great, but I don't want to be an icon for it, or anything else. I would rather people talk about the books than how I publish them."
She also resents how her abrupt success has been interpreted as a sign that digital self-publishing is a new way to get rich quick. Sure, Hocking has got rich, quickly. But what about the nine years before she began posting her books when she wrote 17 novels and had every one rejected? And what about the hours and hours that she's spent since April 2010 dealing with technical glitches on Kindle, creating her own book covers, editing her own copy, writing a blog, going on Twitter and Facebook to spread the word, responding to emails and tweets from her army of readers? Just the editing process alone has been a source of deep frustration, because although she has employed own freelance editors and invited her readers to alert her to spelling and grammatical errors, she thinks her ebooks are riddled with mistakes. "It drove me nuts, because I tried really hard to get things right and I just couldn't. It's exhausting, and hard to do. And it starts to wear on you emotionally. I know that sounds weird and whiny, but it's true."
In the end, Hocking became so burned out by the stress of solo publishing that she has turned for help to the same traditional book world that previously rejected her and which she was seen as attacking. For $2.1m, she has signed up with St Martin's Press in the US and Pan Macmillan in the UK to publish her next tranche of books. The deal kicks off this month with a paperback version of Switched. It's a fast-paced romance featuring changeling trolls called Trylle who are switched at birth with human babies. The novel cannot be classed as literary, but then it makes no pretensions to be so. It is precision-targeted at a young-adult audience, and is surprisingly addictive. Once the Trylle trilogy is out, Hocking's new series of four novels, Watersong, revolving around two sisters who get caught up with sirens, will be released from August in hardback and ebook simultaneously.
Hocking's editors on both sides of the Atlantic point to the deal as evidence that traditional and solo digital publishing can live in harmony. "There's a lot of talk about publishers being left out of the loop," says Jeremy Trevathan, Macmillan's fiction editor. "But this whole thing is an opportunity for writers and publishers to find each other." Or as Matthew Shear, publisher of St Martin's Press, puts it: "It's always been the same since the days when people self-published from the back of their car – cream will rise to the top."
There's something peculiar about all this: one of the leading figures in the self-publishing revolution is now being vaunted by major book houses in London and New York as evidence that traditional publishing is alive and kicking. Hocking is very aware of the paradox, which she observes with a wry writer's eye. "A lot of people are saying publishing is dead," she says. "I never did, and I don't think it is. And they want to use me to show it isn't."
Switched, the first in the Trylle Series by Amanda Hocking, is out now in paperback and ebook formats, featuring previously unseen extra material. Published by Pan Macmillan in the UK and St. Martin's Griffin in the USA. For further information, see www.worldofamandahocking.com.

Some of the other Kindle Million Club members

Stephen Leather

Widely hailed as Britain's most successful "independent" writer, two years ago Leather took three novellas that had been turned down by Hodder & Stoughton and issued them for the Kindle through Amazon. Last year, he put his monthly income from ebooks at around £11,000.

Joe Konrath

The Chicago-based author is both prolific – he has written seven thrillers, a horror series, and a sci-fi novel, each under a different pseudonym – and candid about the benefits of self-publishing. "One hundred grand – that's how much I've made on Amazon in the last three weeks," he boasted on his blog last month.

HP Mallory

The "urban fantasy and paranormal romance" author sold around 70,000 copies of her ebooks in two months last year, and signed a three-book contract with traditional publisher Random House. She sums up her appeal thus: "If you're all about fairies and witches and vampires (oh my!) … and you like men who get a little hairy during a full moon, I got the goods."

John Locke

Last summer, the one-time insurance salesman from Kentucky became the first self-published author to sell 1m Kindle ebooks. Alongside his lurid thrillers fans can download an advice book entitled How I Sold 1 Million eBooks in 5 Months!.

Oliver Pötzsch

German novelist and film-maker Pötzsch has reached the highest echelons of the Kindle bestsellers list with the English translation of his historical novel The Hangman's Daughter. It's a big success story for AmazonCrossing, which identifies books selling well in other languages, and republishes them in English. Laura Barnett

quinta-feira, 12 de janeiro de 2012

El titanic financiero-inmobiliario español




Las ocupaciones de viviendas: creando riqueza frente a la e strategia de expolio financiero del Banco Malo de Rajoy

Hasta el 2008, año de inicio de la crisis, a la salida de cada Encuesta de la Situación Financiera de las Familias-SFF (1) el entonces Ministro de Hacienda, Pedro Solbes aseguraba que las familias españolas no debían tener miedo. Decía que la sólida posición de sus activos inmobiliarios eran colchón suficiente ante “un aterrizaje suave”de la economía y de la construcción (2). Tras cuatro años de crisis nadie ni Pedro Solbes, ahora consejero de Endesa y Barclays, se atreve ni a citar dicha encuesta. Desde que en el 2007 el parque inmobiliario español alcanzó los 6 billones de euros, su máximo histórico a precios de mercado, su valor no ha parado de menguar afectado por la depresión de la construcción y de las ventas pero sobre todo por la acelerada caída de los salarios(3). Pero nuestra burbuja de bienes raíces más grande del mundo sigue hinchada pues ni los alquileres ni los precios de venta han caído en correspondencia a los recortes generalizados de las rentas de los trabajadores del país (deflación). El hecho que el mercado inmobiliario español no haya tenido una debacle siquiera parecida a países como EE.UU o Irlanda tiene una sencilla explicación. Los precios inmobiliarios o del suelo urbanizable están determinados por las viviendas en venta y en alquiler y no por todo el parque habitacional. Como que los bienes raíces no se mueven quién controle la mayoría de viviendas vacías habitables, principalmente en núcleos urbanos, puede determinar el valor inmobiliario del total del parque controlando una oferta desmesurada sobre una demanda cada vez más exigua e insolvente que bate récords de caída mes tras mes.
Desde que se inició la crisis es lo que llevan haciendo las entidades financieras, con el apoyo del Banco de España y la mayoría del Congreso, apoyando una legislación y una justicia que siempre les beneficia, lo que hemos convenido en llamar el lobby financiero-constructor. La Banca ejerce de facto el control de la política de vivienda en este país por su posición de dominio absoluto sobre millones de hipotecas, el euribor, la posible aceptación de la dación y en el hecho que posee más de millón y medio de viviendas vacías entre pisos nuevos y de segunda mano entre la cartera de sus inmobiliarias y los embargos hipotecarios realizados sobre todo desde el 2007.
Todo y con una desmesurada sobreoferta inmobiliaria, la capacidad heredada del franquismo de control de precios que posee la banca española no se limita sólo a eso. También tiene un control del número de viviendas a la venta (su principal stock son las nuevas). Por eso las viviendas de segunda mano, mercado donde intervienen otros actores, ha caído mucho más que el otro. En Barcelona, por ejemplo, hay poco más de 1.100 viviendas ofertadas en sus portales inmobiliarios cuando sólo los desahucios en la capital multiplican esa cifra (4). También los tentáculos de control del sistema financiero llegan hasta las inmobiliarias, las aseguradoras, las tasadoras, los API y los colegios de notarios que es donde finalmente hay los acuerdos de compra-venta o alquiler. Los escándalos en toda esa pirámide surgen por doquier entre comisiones abusivas o ilegales, una laxitud fenomenal de la justicia y un periodismo económico totalmente sumiso a ese entramado, eje económico del país. O acatas o no sales en la foto. Toda una maquinaria de embaucadores profesionales que se puso en funcionamiento durante decenios certificando a generaciones enteras la sólida inversión que hacían sobre su vivienda. Un exitazo que convirtió a nuestro país en el sueño inmobiliario neoliberal de Bush con un 90% de propiedad sobre la vivienda.

Los datos indican que la debacle inmobiliaria está solo en “el inicio del inicio”

Un reciente viaje a una importante capital de comarca aragonesa mostraba el titular. Un centro histórico plagado de locales vacíos, decenas de edificios abandonados o en semirruina despreciando la rehabilitación y al tiempo centenares de pisos y adosados vacíos en un extrarradio donde sucumbieron huertos centenarios y un juzgado ampliado ante la avalancha de daciones y desahucios. Media población supera los 55 años. Muchos nietos heredaran pisos vacíos que nadie podrá usar (un pesado lastre de gastos a largo plazo).
Los datos del titanic inmobiliario español empiezan cuando desde el año 2000 se construyen en España 6 millones de viviendas alcanzando la cifra de 26 millones para un país de 47 millones de habitantes con una cifra de hogares que llega a los 17 millones (por lo que 9 millones de viviendas no son primera residencia). La burbuja también engordó con 9 millones de compraventas y la locura de 11 millones de hipotecas constituidas desde entonces. Hoy el pasivo hipotecario alcanza el billón de euros, igual que el PIB español, que se distribuye entre 700.000 millones entre familias y unos 375.000 millones de crédito promotor y a suelo. Estamos hablando del principal de la deuda sin contar los intereses indexados a un EURIBOR variable (5).
Un entramado que movió el 35% del PIB si se cuentan las industrias auxiliares, servicios financieros y de seguros y el influjo que causaba la construcción sobre el conjunto de la economía. Durante el último decenio el stock acumulado de 9 millones de viviendas infrautilizadas o vacías no sólo no ha disminuido sino que se mantiene. De esos 9 millones casi 5 millones son segundas residencias que se han convertido en una pesada losa (de la que muchos querrían deshacerse) y que han llenado de cemento los mejores parajes de nuestros montes y costas. Ese grado de urbanización es histórico y a un despilfarro social, territorial y ecológicamente insostenible(6). Por último, los 4 millones de viviendas vacías continuaran creciendo al ritmo de los desahucios, de la extinción de hogares por desaparición pero también por la disminución de nuevos hogares.
Desde el 2009 la caída de la tasa de formación de nuevos hogares como la salida de inmigrantes y la emigración de la juventud plantean para el futuro una estructura demográfica de pirámide invertida y las pocas nuevas unidades familiares que se formaran siquiera podrán alquilar por falta de solvencia ante un paro desmesurado, las dificultades de una vivienda que se lleva más del 50% de salarios menguantes y la ausencia de políticas públicas de apoyo a la mujer trabajadora y jóvenes harán el resto. Ni los estudios demográficos más optimistas (150.000 viviendas/año) dan credibilidad a las necesidades de nuevas viviendas que mantiene el lobby financiero-constructor (de 200 a 250.000) (7).
Hay que entender que este modelo de crecimiento fue y es una opción política como acaba de demostrar Rajoy apostando de nuevo por enterrar millones de euros en el ladrillo. Heredamos de la Transición ese sistema económico fascista que prima la propiedad inmobiliaria y financiera. El largo abolengo franquista que destaca en el lobby de las finanzas, infraestructuras y del ladrillo ha unido sus destinos desde el IBEX-35 a la mafia financiera europea e internacional de “la deuda infinita” apostando por un sector inmobiliario desmesurado al que le viene de perillas unas infraestructuras faraónicas y un sector turístico fundamental unido a los fogones de los mejores cocineros. Y no podemos dejar de destacar la enorme corrupción y la bolsa de dinero negro y fraude fiscal que mueve ese segmento de nuestra economía. Aunque sedujo al ciudadano medio sólo los grandes actores económicos han sacado tajada de este modelo que sabían era temporalmente caduco.
Un modelo tan posible como el alemán que apostó por una economía más robusta porqué es más industrial. Tiene una proporción mayor de economía real que financiera e inmobiliaria. Pero también tiene menores costes porque no realizó una inversión financiera desproporcionada como España en bienes raíces. En Alemania una familia invierte sólo el 20 o 30% del presupuesto familiar en la vivienda que es mucho más barata porque la vivienda pública y el régimen cooperativo siempre primaron sobre la propiedad. España supera a Alemania porque aquí el pago de la vivienda puede superar el 60% de la renta familiar disponible. Cuando nuestra asociación “500x20” reivindica 500 pisos de alquiler público en cada barrio al 20% de la renta familiar nos acercamos a la media europea. (8)

La legislación sobre vivienda siempre ha tenido un sesgo totalmente clasista

Cuando a partir del 2007 todo este castillo de naipes se vino abajo los hipotecados y los inquilinos que de buena fe no han podido hacer frente a los recibos lejos de recibir apoyo de las Administraciones se les ha negado la dación hipotecaria, la supresión de las clausulas suelo y las comisiones abusivas de las notarias y los inquilinos han recibido una bofetada con el desahucio express y la agilización de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC). En cambio la crisis bancaria del 2008 se solventó con apoyos y avales de Zapatero por valor de 50.000 millones (5% del PIB) y de otros 50.000 millones del Plan de Vivienda del 2009 para salvar a las inmobiliarias. Encima de los políticos escuchábamos y aún dicen que todo se hace para que ese dinero llegue a través del crédito a las empresas y las familias puedan acceder a la vivienda. Son palabras huecas pues no es un problema de liquidez sino de insolvencia por empobrecimiento salarial y paro estructural.
También los partidos del régimen legislaron la nueva Ley concursal para que las constructoras quebradas pudieran entregar a la Banca en sucesivas daciones en pago esa cifra cercana a 378.000 millones de euros de bienes inmobiliarios y de suelo de los que casi 200.000 millones serían de muy difícil venta. Dentro de estos hay entre 30 a 50.000 millones en suelo invendible hoy por hoy, o sea, valor contable cero (9). Pero los regalos de Zapatero, Rajoy y Miguel Angel Ordóñez (presidente del Banco de España) han ido mucho más lejos. En cuanto la crisis se agudizó los bancos, convertidos en la principal inmobiliaria del país, recibieron nuevos préstamos y avales del Gobierno a través del FROB y del BCE (10). También el Banco de España ha echado un capote modificando las normas sobre provisiones en inmuebles y suelo de manera que las daciones en pago no les supongan grandes pérdidas en los balances bancarios. Con ello conseguían “el tuneado” de cuentas para cuadrar los balances evitando la bancarrota de más promotoras y bancos pero generalizaron la desconfianza internacional sobre el sistema financiero español.
Pero la vista gorda a la Banca va más allá. No pagan el IVA superreducido (4%) para las fincas y edificios embargados a las constructoras ni el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales cuando se quedan con los pisos de las familias. De hecho, después de las subastas los activos inmobiliarios se quedan en el limbo legal lo que también les permite eludir el pago del IBI, los gastos de escalera, basura, el mínimo de contadores, etc...(11) . ¿ Alguien ve a la Banca pagando impuestos por los 378.000 millones de propiedades adquiridas a las quebradas constructoras y a los desahuciados? Bueno la Iglesia también está exenta de pagar el IBI y el IRPF de sus propiedades inmobiliarias.
La larga lista de favores de la política a la Banca continúa con la creación de la Sociedad Pública de Alquiler-SPA- que paga con dinero público la administración y seguros de impago de los pisos cedidos por los fondos de inversión inmobiliaria y devuelve las rentas de alquiler obtenidas(en 3 años perdió 21 millones de euros), como también la creación de las SOCIMI (Sociedades de Inversión Inmobiliaria) que son un chollo fiscal para esos fondos de inversión. O acercando el precio de la VPO o el alquiler social a los del mercado para evitar su caída (12). Y acabamos esta larga lista con el ex-ministro Blanco que hizo en mayo del 2011 un fallido “roadshow” por Europa para vender los pisos de la banca a los fondos de inversión internacionales que huyeron despavoridos del ladrillo español. Por cierto el viaje, presentaciones y comidas a los ilustres especuladores fue con cargo al Ministerio de Fomento.

El Banco Malo de Rajoy: todos queremos participar de los descuentos hipotecarios

Precisamente los intentos internacionales fallidos de la Banca por sacudirse el ladrillo de sus balances se confirmaron en 18 de octubre del 2011 cuando nada menos que el Santander retiró una venta con valor contable de 3000 millones en suelo y inmuebles nuevos con descuentos del 40%. La presentación de la venta la hizo en septiembre el vicepresidente del Santander, ante un nutrido grupo de especuladores en la City londinense, que acabaron pidiendo descuentos de hasta el 70% (13). Todo el lobby del ladrillo, Zapatero y el Banco de España, enfadados por la operación, respiraron tranquilos pues esta hubiera supuesto la generalización con descuento de todo el stock inmobiliario del país.
La fallida operación del Santander ha acabado creando un consenso para tomar una nueva dirección: la de la “patada adelante”. Los bancos potenciaran sus divisiones inmobiliarias con la idea de vender sus propios pisos sobre todo los nuevos a estrenar. Esperando que escampe, la idea del “Banco malo” va tomando cuerpo y para empezar el Gobierno de Rajoy endosará el suelo invendible al Erario Público. La idea es que un patatal convertido a parcela urbana por la Ley de Aznar pase ahora a un Banco Malo, con financiación de los sufridos ciudadanos que pagaran por suelo urbano lo que los fondos especulativos valoran ya a precio de lo que era: un patatal (14) .
Esta partida la juegan la Banca española y europea, el BCE, los fondos especulativos, la City y Wall Street haciéndose trampas y con las cartas marcadas. También Rajoy con un “si señor” certificando la sumisión de la política a los mercados y finalmente la sociedad española que acude perpleja a un nuevo fraude financiero masivo que pagaran a través de sus representantes políticos elegidos.
Pero hay división de opiniones. Anton Gasol, doctor en Economía, lo pone blanco sobre negro en La Vanguardia:: Banco malo sí, pero siempre con la salvaguarda que primero pagaremos por el nuevo precepto constitucional los intereses y principal de la Deuda española...y luego se montaría el Banco Malo con un descuento del 50% del valor en libros que asumiría el banco y el resto un 25% seria aportación pública y otro 25% deuda avalada por el Estado (15) . Ese 50% público son 88.000 millones de euros. Hablamos del 8% del PIB, hablamos de 3 veces el recorte de Zapatero y Rajoy juntos. Esta opción de las banco-cajas presenta el grave inconveniente de como explicarlo a la opinión pública.
Por contra, los grandes bancos y el ministro de Economía, Luis de Guindos, prefieren enmascarar los descuentos en varios años, estrangulando a los pequeños para después comprarlos a precio de saldo con ayudas del FROB, de manera, que los activos tóxicos los pagaremos igual pero enmascarados como una compra. Como hace el Sabadell con la CAM, en donde el Estado asume todas las minusvalías durante 10 años. El experto Garcia Montalvo señala que esta opción sino acaba de funcionar podría desembocar en una caída alocada y de golpe de los precios. Y ojo a la concentración bancaria brutal que supone.

Menganito también quiere descuento del 50% en el principal de su deuda hipotecaria.

Antes explicábamos como en este juego el valor de venta de los activos tóxicos inmobiliarios determinaran la suerte del valor inmobiliario de los 17 millones de hogares españoles. Claro que Menganito que compro su piso en el 2004 no sabe que su piso vale tan poco hasta que lo oferte en ese “mercado”. Pero lo saben los miles de desahuciados hipotecarios que ven como sus pisos pierden de una tacada casi la mitad de su valor más las costas y los intereses devengados que lanzaron a la hucha del banco durante años. En otras palabras una buena parte de los 11 millones de hipotecas valen hoy más que el valor de “mercado” del activo inmobiliario.
¿Qué razón moral o económica impide aceptar descuentos del 40 o 50% del principal a los hogares de este país y por contra aceptarlas para los bancos o fondos especulativos españoles o internacionales?
Dicho de otra manera: ¿Por qué razón el Estado no compra directamente los pisos devaluados a cambio de las ayudas y avales a la banca para crear el deseado parque público de vivienda que las organizaciones que luchan por el derecho a la vivienda venimos pidiendo?
Los mercados están esperando que la banca española con la aquiescencia de Rajoy descuente del valor de sus inmuebles la rebaja deflacionaria general de salarios que está provocando esta crisis, porque sino serán invendibles en muchos años. Si la media europea para acceder a un piso “de propiedad” es de 4 veces el salario anual, aquí es todavía 7 veces. Para que el coste fuera semejante al europeo, o sea, 4 veces el salario anual medio actual, deberíamos bajar a los precios de 1997.
Antes las élites económicas medían el coste de la vida por el precio del pan hoy lo hacen por el sobrecoste de acceso a la vivienda Si los grandes poderes económicos y financieros del país consiguen reducir salarios sin bajar el precio de acceso a la vivienda el grado de explotación de las clases populares aumentará de manera espectacular. Y para eso está la Ley de Arrendamientos Urbanos y el desahucio express pero sobre todo Ley Hipotecaria española, que es un Estado de Excepción, que mantiene atrapados en una deuda injusta a millones de hipotecados que no participa de la fiesta de “las grandes rebajas del sector de la construcción”.que ya empezaron.
Hasta que punto hoy los hogares hipotecados no tienen derecho a exigir que los descuentos inmobiliarios que la misma banca aplica no se trasladen por la vía de la reducción del principal o de los intereses a sus hipotecas ¿Con que derecho la Banca puede pedir intereses usureros cuando recibe préstamos del BCE al 1% usando las mismas hipotecas de los ciudadanos sobreendeudados? Modestamente emplazamos a economistas, juristas y abogados a elaborar sobre este particular pues mucho tiene que ver con las odiosas e injustas deudas impagables e infinitas.

Las ocupaciones de viviendas: creando riqueza frente al expolio financiero

Este artículo no quiere desarrollar nuestras propuestas programáticas sobre vivienda, bien explicadas en otros documentos, contra las políticas socialmente regresivas. Estas líneas quieren armar con un buen argumentario a los ciudadanos para que puedan defenderse del empobrecimiento que supone una vivienda excesivamente cara. Se debe responder con propuestas al más de medio millón de hogares que no reciben ningún recurso y al hecho que el 65% de los hogares no son siquiera mileuristas. Miles de familias no llegan a final de mes porque la vivienda les supone más del 60% de los gastos familiares. Muchas han aceptado vivir en habitaciones caras para poder comer o conviven con familiares sufriendo sobreocupación. Nuestros jóvenes no pueden tener una vida independiente porque el lobby financiero-constructor nos ha impuesto una sobretasa por vivir en una vivienda.
Condición necesaria de este sobreprecio, es que aquellos que no puedan satisfacerlo han de convertirse en “sin techo”; pues si se les facilitase por cualquier modo algún tipo de vivienda social no existiría la imperiosa necesidad de pagar un precio abusivo por la vivienda ya que siempre quedaría como recurso la vivienda pública. Esta es la razón por la que no existe vivienda social más que de modo testimonial. Los sin techo realizan en el mercado de la vivienda la misma función que los parados en el mercado laboral: recordar a los que quieren acceder a una vivienda han de pagar un sobreprecio si no quieren que se cumpla la amenaza de convertirse en apestados sociales. (16)
Las élites financieras han llevado a tal extremo la sobretasa que hacen pagar por la seguridad jurídica de vivir en una vivienda legal comprada o alquilada que mucha gente se plantea y se planteará sino es preferible ocupar una vivienda antes que vivir en penuria económica y sin futuro.
Cada hogar que recupera una vivienda vacía se ahorra la sobretasa por lo que su renta se convierte en un salario social que se retrotrae del circuito financiero virtual para trasladarlo a la economía real del consumo básico de la población.
Por eso, l as ocupaciones de viviendas al crear riqueza frente a la estrategia de expolio financiero del Banco Malo de Rajoy son como una especie de Robin Hood de los pobres. También el incremento de población aumenta la actividad comercial y la animación del espacio urbano que por algo se considera público. Y no sólo eso también ayudan a una economía sostenible al reciclar recursos evitando el despilfarro ecológico insostenible que ha caracterizado al sector de la construcción.

Miles de alquileres a 50, 80 o 100 euros o las ocupaciones de viviendas de la Banca

Las ocupaciones políticas de edificios vacíos de la banca o grandes inmobiliarias, realizados por los movimientos sociales como el 15-M o las entidades que luchan por el derecho a la vivienda, en distintos puntos del territorio en los últimos meses indican un necesario camino de denuncia pública a pesar de que los desalojos judiciales han puesto a la maquinaria del Estado a defender la propiedad privada contra el uso social de la vivienda. Pero también las ocupaciones silenciosas que muchas familias están realizando en los millones de pisos vacíos son el indicativo que no quieren renunciar a un derecho que es universal. Las organizaciones sociales y la izquierda deben defender ese derecho con la solidaridad pero elaborando un discurso compartido que haga crecer una nueva mayoría social entorno a medidas progresistas en la vivienda. Tocamos el núcleo duro de las élites de este país. La lucha lo merece.
Una ley sobre la dación hipotecaria retroactiva permitiría liberar la deuda de millones de familias y endosarla a la banca. Conocemos un caso en Catalunya de una dación en pago en que la familia antes de quedarse en la calle ha optado a reocupar el que era su piso. La posible ILP que preparan las PAH de todo el estado pueden ser una buena herramienta de movilización contra la usura bancaria. Aunque luego haya que dar cobijo a esa gente eso es otra discusión para después.
También miles de familias han sido desahuciadas o están a punto de serlo por la hipócrita política de las llamadas “viviendas sociales“ que tienen unos alquileres abusivos, sólo ligeramente inferiores a los del mercado libre, con el objetivo deliberado de evitar el hundimiento del mercado libre de alquiler. Muchas de estas familias deberán optar por quedarse en la calle o imitar las ocupaciones silenciosas. Algunos Ayuntamientos que han aprobado mociones contra los desahucios están siendo demasiado cautos con la banca y lentos en medidas, por lo que las ocupaciones de pisos vacíos por familias les obligaran a responder con más celeridad.
A cada moción de los Ayuntamientos contra los desahucios debe acompañarse otra que exija alquileres sociales a 50, 80 i 100 euros para las familias con ingresos inferiores a 1000 euros/mes. Como no se trata del todo gratis, esos precios populares y las ayudas pertinentes a los más necesitados permitirían legalizar las ocupaciones por estado de necesidad.
Finalmente queremos señalar que en los barrios populares de nuestras ciudades hay centenares de pisos vacíos, propiedad ahora de los bancos, que en muchos años no serán vendidos porqué los ciudadanos que el banquero considera solventes no los compraran. Muchos inmigrantes fueron estafados vendiéndoles esos pisos sobrevalorados. Directores de banco, tasadores, APIs y notarios (incluso ciudadanos simples) participaron del engaño de gente sin nuestra cultura financiera e inmobiliaria. Sino se remedia eso, la degradación de las fincas y la penuria de los barrios y los comercios se agravará si continuamos permitiendo que los bancos las mantengan vacías o vía desahucios continúen vaciando nuestros barrios porque la gente no puede pagar precios abusivos por la vivienda. (17) Esto tiene nombre y adjetivos: usura de la banca, deudas ilegítimas y represión del derecho a la vivienda en este país.

Salva TORRES
2012-01-06
Miembro de la Asociación “500x20” y prouespeculació.org

el documento completo aquí:
http://prouespeculacio.org/wp-content/uploads/2012/01/El-titanic-financiero-inmobiliario-español-en-la-encrucijada.pdf
Notas
1.- Encuesta Financiera de las Familias – SFF. Publicada desde el 2002 por el Banco de España. Parece han dejado de publicarla desde el 2008.
2.- Tromba de declaraciones tras el primer susto en Bolsa de las constructoras … para recordar !!
3.- El 65% de los salarios son inferiores a 19000 euros brutos anuales. Más de medio millón de familias no tienen ningún ingreso. Elconfidencial.com.
4.- Barcelona: 1088 pisos embargados por los banqueros en venta.
5.-. Todos los datos citados están bien documentados en estos dos artículos publicados en prouespeculacio.orgVivienda en propiedad agujero negro nacional ” y “ De la dación hipotecaria al parque público de alquiler
6.- La vivienda vacía en España: un despilfarro social y territorial insostenible , Julio Vinuesa
7.- Borja Mateu, celebre por sus cifras y su libro, da la cifra de 5 millones de viviendas vacías. FOTOCASA.COM
8.- http://500x20.blogspot.com/ y http://prouespeculacio.org/ .
9.- El problema inmobiliario en la banca podría necesitar fondos europeos. publico.publico.es
10.- Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria. frob.es
11.- ¿ a quién beneficia el iva superreducido? ¿a la banca, a los promotores o a los particulares? Idealista.com
12.- El Conseller de Vivienda Francesc Baltasar de ICV aumentó un 65% los alquileres públicos a los más pobres en 2008 y 2010. Igualmente la política en la VPO de venta que representa el 98% de la vivienda pública en el 2010 había pisos más caros que de venta libre. En el caso del alquiler protegido de régimen especial para las familias más pobres pasó de 3'6 a 6'4 más caro que en Berlín (6'2 en 2011), donde el 87% de la población vive de alquiler >>prouespeculacio.org>>
13.- Miedo en el mercado inmobiliario por el precio al que santander podría cerrar su liquidación de inmuebles . idealista.com. También en “ La liquidación de inmuebles del Santander anticipa a unos "horribiles 2012 y 2013 “en diariofinanciero.com.
14.- Habrá banco malo, pero solo para suelo y con ayudas de Bruselas. 5dias.com, diario económico
15.- Conchi Lafraya , ¿Cuánto valen los pisos? en lavanguardia.com
15.- Anton Gasol, banco malo si pero... en lavanguardia.com
16.- José Angel Gallegos. El beneficio social de la ocupación de viviendas. prouespeculacio.org
17.- Miles de viviendas 'invendibles' no encuentran comprador en España, cotizalia.com
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El plan de Estados Unidos para desestabilizar Sudán




Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernánde

Mientras Sudán del Sur implosiona en una creciente locura masiva de violencia étnica y una vez más decenas de miles de seres humanos se ven forzados a escapar para poner a salvo sus vidas, las señales de advertencia apuntan todas ellas a que el plan estadounidense para desestabilizar Sudán ha comenzado a dar sus frutos.
Para empezar, EEUU es quien está pagando los salarios del Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA, por sus siglas en inglés, el ejército nacional de Sudán del Sur), habiendo ya desembolsado alrededor de 100 millones de dólares solo en 2011. ¿Es un país realmente independiente cuando una potencia extranjera paga los salarios de su ejército? ¿A las órdenes de quién está realmente ese ejército?
En la actualidad, miles de “cascos azules” de la ONU están fluyendo hacia Sudán del Sur. Esos “mantenedores de la paz” provienen casi en su totalidad de la vecina Etiopía y forman parte del ejército etíope, el mismo que está perpetrando un genocidio/contrainsurgencia en el Ogadén, en el sureste de Etiopía.
Es el mismo ejército etíope que ha invadido repetidamente Somalia actuando bajo las órdenes de EEUU. El mismo que seis años antes invadió Eritrea. “Mantenedores de la paz” se les llama...
Los salarios de esos “mantenedores de la paz” etíopes, con todos los gastos que actualmente conllevan, están pagados por el Tío Sam.
Así pues, tenemos que tanto el ejército de Sudán del Sur, el SPLA, como los “mantenedores de la paz” etíopes están pagados por EEUU. Con amigos como esos, ¿se extraña alguien de que Sudán del Sur esté desintegrándose?
Y ahora nos enteramos de que el régimen de Obama, el actual ocupante de la Casa Blanca en EEUU, está planeando “vender” armamento avanzado al SPLA. Mientras, cada día, cientos de niños mueren en Sudán del Sur a causa de la carencia de agua potable, alimentos, refugio y atención sanitaria, pero como la respuesta estadounidense es proporcionar bombarderos y aviones de combate, lo mejor que vamos a acabar viendo es que los sudaneses se matan entre ellos.
Todo esto tiene mucho que ver con los campos petrolíferos sudaneses en la región de Abeye, justo en la frontera entre Sudán y Sudán del Sur. Los campos petrolíferos sudaneses son los únicos en África que están en su mayoría bajo el control y propiedad de China.
Se supone que el plan de “EEUU/ONU” hará que veamos hasta 10.000 soldados etíopes, bajo la tapadera de un mandato de “mantenimiento de la paz” de las Naciones Unidas, ocupando las estaciones de servicio existentes alrededor de los campos petrolíferos de Abeye, el mejor de los planes posibles para pasar a controlar ese petróleo algún día.
Etiopía es el valedor local de EEUU, su poli/gendarme en África Oriental y ¿dónde desplegar mejor sus servicios que alrededor del único campo petrolífero bajo propiedad y control chino en la región sudanesa de Abeye?
Así, EEUU podría matar dos pájaros de un tiro desestabilizando Sudán del Sur.
En primer lugar, al ayudar a instigar una serie de baños de sangre étnicos en Sudán del Sur, puede provocar un estallido de enfrentamientos entre Sudán y Sudán del Sur bajo la cobertura de los cuales se atacarían, dañando, los campos petrolíferos de Abeye y el muy vulnerable oleoducto Abeye-Port Sudán.
Esto pondría eficazmente fin al proyecto de desarrollo energético más importante de China en África.
En segundo lugar, al cortar el suministro de petróleo de Sudán, EEUU podría presionar enormemente al gobierno sudanés dirigido por el presidente Omar Al-Bashir.
Si Al-Bashir se queda sin sus ingresos provenientes del petróleo, le será muy difícil mantener el nivel de vida al que gran parte de su pueblo espera acceder y esto podría desestabilizar gravemente su gobierno.
A mediados de 2011 se supo que EEUU había comunicado a determinadas autoridades de Sudán del Sur que no necesitaban el dinero del petróleo para sobrevivir, que podían acudir a la ayuda occidental. ¿Un anticipo de lo que está por llegar?
Suceda o no todo eso, lo único claro que el mundo puede ver es que la independencia del Sudán del Sur, que tanto ha apoyado Occidente, está convirtiéndose en una pesadilla para los pueblos de la región. Nada sorprendente cuando uno averigua quién está actualmente financiando, y armando, al ejército del país.
Lo único que cabe esperar de EEUU en Sudán del Sur es una continuada política de “gestión de la crisis”; para ello, primero se auspicia una crisis y después se administra lo mejor posible el asesinato y el caos a fin de explotar las riquezas de la tierra o, en última instancia, si no quedara más remedio, negárselas a tu enemigo.
Y quizá, durante el proceso, veamos incluso el final del gobierno sudanés del presidente Omar Al-Bashir, el mismo que Occidente no ha dejado de difamar.
Thomas C. Mountain es el único periodista occidental independiente en el Cuerno de África. Vive e informa desde Eritrea desde 2006. Puede contactarse con él en: thomascmountain@yahoo.com
Fuente: http://www.counterpunch.org/2012/01/10/the-us-plan-to-destabilize-sudan/

Los “desaparecidos” del imperio - Atilio A. Boron





Un artículo reciente firmado por John Tirman, director del Centro de Estudios Internacionales del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y publicado en el Washington Post, plantea con crudeza una reflexión sobre un aspecto poco estudiado de las políticas de agresión del imperialismo: la indiferencia de la Casa Blanca y de la opinión pública en relación a las víctimas de las guerras que Estados Unidos libra en el exterior.1 Como académico “bienpensante” se abstiene de utilizar la categoría “imperialismo” como clave interpretativa de la política exterior de su país; su análisis, en cambio, revela a los gritos la necesidad de apelar a ese concepto y a la teoría que le otorga sentido. Tirman expresa en su nota la preocupación que le suscita, en cuanto ciudadano que cree en la democracia y los derechos humanos, la incoherencia en que incurrió Barack Obama –no olvidemos, un Premio Nóbel de la Paz- cuando en su discurso pronunciado en Fort Bragg (14 de Diciembre de 2011) para rendir homenaje a los integrantes de las fuerzas armadas que perdieron la vida en la guerra de Irak (unos 4.500, aproximadamente) no dijo ni una sola palabra de las víctimas civiles y militares iraquíes que murieron a causa de la agresión norteamericana. Agresión, conviene recordarlo, que no tuvo nada que ver con la existencia de “armas de destrucción masiva” en Irak o con la inverosímil complicidad del antiguo aliado de Washington, Saddam Hussein, con las fechorías que supuestamente cometía otro de sus aliados, Osama Bin Laden. El objetivo excluyente de esa guerra, como la que amenaza iniciar en contra de Irán, fue apoderarse del petróleo iraquí y establecer un control territorial directo sobre esa estratégica zona para el momento en que el aprovisionamiento del crudo deba hacerse confiando en la eficacia disuasiva de las armas en lugar de las normas de aquello que algunos espíritus ingenuos en la Europa del siglo XVIII dieron en llamar “el dulce comercio.” En su nota Tirman acierta al recordar que las principales guerras que Estados Unidos libró desde el fin de la Segunda Guerra Mundial –Corea, Vietnam, Camboya, Laos, Irak y Afganistán- produjeron, según sus propias palabras, una “colosal carnicería”. Una estimación que este autor califica como muy conservadora arroja un saldo luctuoso de por lo menos seis millones de muertes ocasionadas por la cruzada lanzada por Washington para llevar la libertad y la democracia a esos infortunados países. Si se contaran operaciones militares de menor escala -como las invasiones a Grenada y Panamá, o la intervención apenas disimulada de la Casa Blanca en las guerras civiles de Nicaragua, El Salvador y Guatemala, para no hablar de similares tropelías en otras latitudes del planeta- la cifra se elevaría considerablemente.2 No obstante, y pese a las dimensiones de esta tragedia, a las cuales habría que agregar los millones de desplazados por los combates y la devastación sufrida por los países agredidos, ni el gobierno ni la sociedad norteamericana han evidenciado la menor curiosidad, preocupación, ¡ni digamos compasión!, para enterarse de lo ocurrido y hacer algo al respecto. Esos millones de víctimas fueron simplemente borrados del registro oficial del gobierno y, peor aún, de la memoria del pueblo norteamericano mantenido impúdicamente en la ignorancia o sometido a la interesada tergiversación de la noticia. Cómo lúgubremente reiteraba el criminal dictador argentino Jorge R. Videla ante la angustiada pregunta de los familiares de la represión, también para Barack Obama esas víctimas de las guerras estadounidenses “no existen”, “desaparecieron”, “no están”.
Si el holocausto perpetrado por Adolf Hitler al exterminar a seis millones de judíos hizo que su régimen fuese caracterizado como una aberrante monstruosidad o como una estremecedora encarnación del mal, entonces ¿qué categoría teórica habría que usar para caracterizar a los sucesivos gobiernos de Estados Unidos que sembraron muertes en una escala por lo menos igual, si no mayor? Lamentablemente nuestro autor no se formula esa pregunta porque cualquier respuesta habría puesto en cuestión el crucial artículo de fe del credo norteamericano que asegura que Estados Unidos es una democracia. Más aún: que es la encarnación más perfecta de “la democracia” en este mundo. Observa con consternación, en cambio, el desinterés público por el costo humano de las guerras estadounidenses; indiferencia reforzada por el premeditado ocultamiento que se hace de aquellos muertos en la voluminosa producción de películas, novelas y documentales que tienen por tema central la guerra; por el silencio de la prensa acerca de estas masacres –recordar que, luego de Vietnam, la censura en los frentes de batalla es total y que no se pueden mostrar víctimas civiles y tampoco soldados norteamericanos heridos o muertos; y porque las innumerables encuestas que a diario se realizan en Estados Unidos jamás indagan cuál es el grado de conocimiento o la opinión de los entrevistados acerca de las víctimas que ocasionan en el exterior las aventuras militares del imperio.
Este pesado manto de silencio se explica, según Tirman, por la persistencia de lo que el historiador Richard Slotkin denominara el “mito de la frontera”, una de las constelaciones de sentido más arraigada de la cultura norteamericana según la cual una violencia noble y desinteresada -o interesada solo en producir el bien- puede ser ejercida sin culpa o cargos de conciencia sobre quienes se interpongan al “destino manifiesto” que Dios ha reservado para los norteamericanos y que, con piadosa gratitud, los billetes de dólar recuerdan en cada una de sus denominaciones. Solo “razas inferiores” o “pueblos bárbaros”, que viven al margen de la ley, podrían resistirse a aceptar los avances de la “civilización”. El violento despojo sufrido por los pueblos originarios de las Américas, tanto en el Norte como en el Sur, fue justificado por ese racista mito de la frontera y edulcorado con infames mentiras. En el extremo sur del continente, en la Argentina, la mentira fue denominar como “conquista del desierto” la ocupación territorial a sangre y fuego del habitat, que no era precisamente un desierto, de los pueblos originarios. En Chile la mentira fue bautizar como “la pacificación de la Araucanía” al nada pacífico y sangriento sometimiento del pueblo mapuche. En el norte, el objeto del pillaje y la conquista no fueron las poblaciones indígenas sino una fantasmagórica categoría, apenas un punto cardinal: el Oeste. En todos los casos, como lo anotara el historiador Osvaldo Bayer, la “barbarie” de los derrotados, que exigía la perentoria misión civilizatoria, era demostrada por su … ¡desconocimiento de la propiedad privada!
En suma: esta constelación de creencias -racista y clasista hasta la médula- presidió el fenomenal despojo de que fueron objeto los pueblos originarios y liberó a los píos cristianos que perpetraron la masacre de cualquier sentimiento de culpa. En realidad, las víctimas eran humanas sólo en apariencia. Esa ideología reaparece en nuestros días, claro que de forma transfigurada, para justificar el aniquilamiento de los salvajes contemporáneos. Sigue “oprimiendo el cerebro de los vivos”, para utilizar una formulación clásica, y fomentando la indiferencia popular ante los crímenes cometidos por el imperialismo en tierras lejanas. Con la invalorable contribución de la industria cultural del capitalismo hoy la condición humana le es negada a palestinos, iraquíes, afganos, árabes, afrodescendientes y, en general, a los pueblos que constituyen el ochenta por ciento de la población mundial. Tirman recuerda, como ya lo había hecho antes Noam Chomsky, el sugestivo nombre asignado a la operación destinada a asesinar a Osama Bin Laden: “Gerónimo”, el jefe de los apaches que se opuso al pillaje practicado por los blancos. El lingüista norteamericano también decía que algunos de los instrumentos de muerte más letales de las fuerzas armadas de su país también tienen nombres que aluden a los pueblos originarios: el helicóptero Apache, el misil Tomahawk, y así sucesivamente.
Tirman concluye su análisis diciendo que esta indiferencia ante los “daños colaterales” y los millones de víctimas de las aventuras militares del imperio socava la credibilidad de Washington cuando pretende erigirse en el campeón de los derechos humanos. Agregaríamos: socava “irreparablemente” esa credibilidad, como quedó elocuentemente demostrado en 2006 cuando la Asamblea General de la ONU creó el Consejo de Derechos Humanos, en reemplazo de la Comisión de Derechos Humanos, con el voto casi unánime de los estados miembros y el solitario rechazo de Estados Unidos, Israel, Palau y las Islas Marshall.3 Lo mismo ocurre cuando año tras año la Asamblea General condena por una mayoría aplastante el criminal bloqueo a Cuba impuesto por Estados Unidos.
Pero no es sólo la credibilidad de Washington lo que está en juego. Más grave aún es el hecho de que la apatía y el sopor moral que invisibilizan la cuestión de las víctimas garantiza la impunidad de quienes perpetran crímenes de lesa humanidad en contra de poblaciones civiles indefensas (como en los casos de My Lai en Vietnam o Haditha en Irak, para no mencionar sino los más conocidos). Pero esto viene de lejos: recuérdese la patética indiferencia de la población norteamericana ante las noticias del bombardeo atómico en Hiroshima y Nagasaki, y los cables que enviaba el corresponsal del New York Times destacado en Japón diciendo que ¡no había indicios de radioactividad en la zona bombardeada! Impunidad que alentará futuras atrocidades, motorizadas por la inagotable voracidad de ganancias que exige el complejo militar-industrial, para el cual la guerra es una condición necesaria, imprescindible, de sus beneficios. Sin guerras, sin escalada armamentista el negocio arrojaría pérdidas, y eso es inadmisible. Y son las ganancias de esos tenebrosos negocios, no olvidemos, las que financian las carreras de los políticos norteamericanos (y Obama no es excepción a esta regla) y las que sostienen a los oligopolios mediáticos con los cuales se desinforma y adormece a la población. No por casualidad Estados Unidos ha guerreado incesantemente en los últimos sesenta años. Los preparativos para nuevas guerras están a la vista y son inocultables: comienzan con la satanización de líderes desafectos, presentados ante la opinión pública como figuras despóticas, casi monstruosas ; sigue con intensas campañas publicitarias de estigmatización de gobiernos desafectos y pueblos díscolos; luego vienen las condenas por presuntas violaciones a los derechos humanos o por la complicidad de aquellos líderes y gobiernos con el terrorismo internacional o el narcotráfico, hasta que finalmente la CIA o algún escuadrón especial de las fuerzas armadas se encarga de fabricar un incidente que permita justificar ante la opinión pública mundial la intervención de los Estados Unidos y sus compinches para poner fin a tanto mal. En tiempos recientes eso se hizo en Irak y luego en Libia. En la actualidad hay dos países que atraen la maliciosa atención del imperio: Irán y Venezuela, por pura casualidad dueños de inmensas reservas de petróleo. Esto no significa que la funesta historia de Irak y Libia vaya necesariamente a repetirse, entre otras cosas porque, como lo observara Noam Chomsky, Estados Unidos sólo ataca a países débiles, casi indefensos, y aislados internacionalmente. Washington ha hecho lo imposible para establecer un “cordón sanitario” que aísle a Teherán y Caracas, pero hasta ahora sin éxito. Y no son países destruidos por largos años de bloqueo, como Irak, o que se desarmaron voluntariamente, como Libia, seducida por las hipócritas demostraciones de afecto de una nueva camada de imperialistas. Afortunadamente, ni Irán ni Venezuela se encuentran en esa situación. De todos modos habrá que estar alertas.

NOTAS

1. “ Why do we ignore the civilians killed in American wars?” (The Washington Post, 5 Diciembre 2011)

2. Expertos internacionales aseguran que el número de víctimas ocasionadas por Estados Unidos en Vietnam ronda las cuatro millones de personas. La estimación total de seis millones subestima grandemente la masacre desencadenada por el imperialismo norteamericano en sus diferentes guerras.

3. Añadamos un dato bien significativo: cuando la Asamblea General tuvo que decidir la composición del Consejo, el 9 de Mayo del 2006, Estados Unidos no logró los votos necesarios para ser uno de los 47 países que debía integrarlo. ¡Toda una definición sobre la nula credibilidad internacional de Estados Unidos como defensor de los derechos humanos!
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.