sexta-feira, 31 de agosto de 2012

A pobreza avança na União Europeia


P)ublicado originalmente em Rebelión em 31/08/2012
(...) Según los últimos datos oficiales de Eurostat de febrero de 2012, en 2010 el 23,4% de la población de la UE-27, es decir, 115 millones de personas se encontraba en situación de riesgo de pobreza o exclusión social. Pero lo peor no es eso. Lo peor es que el retrato es aún más escalofriante si tenemos en cuenta que el 27% de los niños menores de 18 años –esto es, lo que los de Unilever considerarán en sus estrategias de ventas como los consumidores del futuro- se encontraban en esa misma situación. Ese porcentaje de niños era aún peor para el caso de España, con el 29,8% de la población de esa edad en riesgo de pobreza.
Además, si se desglosa el riesgo de pobreza y exclusión social en las diferentes dimensiones en la que lo hace Eurostat encontramos, en primer lugar, que el 16% de la población de la UE-27 se encuentra en situación de riesgo de pobreza monetaria (esto es, la que se calcula exclusivamente considerando los ingresos monetarios) y ello a pesar de que la misma se calcula después de los efectos paliativos que han debido ejercer las transferencias sociales de los respectivos estados. Ahí España tiene el dudoso honor de ser, junto a Lituania, Rumanía y Bulgaria (¡ahí queda eso!), uno de los países con mayor porcentaje de población en afectada por la pobreza monetaria: el 21% de su población (la incidencia por Comunidades Autónomas puede verse en este estudio de EAPN).
Si atendemos, en segundo lugar, a lo que se denomina “privación material severa”, esto es, personas que carecen de recursos económicos suficientes como para poder atender simultáneamente a 4 de estos 9 ítems: pagar el alquiler o una letra; mantener la casa adecuadamente caliente; afrontar gastos imprevistos; una comida de carne, pollo o pescado (o sus equivalentes vegetarianos) al menos 3 veces por semana; pagar unas vacaciones al menos una semana al año; un coche; una lavadora; un televisor en color; un teléfono (fijo ó móvil), la situación también es grave. El 8% de la población a nivel europeo (UE-27) se encuentra en esa situación siendo en España del 4%.
Y, por último, el 10% de la población europea vive en hogares en los que existe una intensidad laboral muy baja, lo que significa que los adultos de esos hogares trabajan menos del 20% de las horas de trabajo potencial que podrían trabajar. Aquí España se situaba en 2010 en la media de la UE-27 con el 9,8% de la población en esa situación y es de esperar que los datos hayan seguido empeorando como consecuencia del incremento continuado del desempleo.
Creo que no nos debería extrañar, por tanto, que ese sea el futuro que prevén empresas que dedican millones de euros a analizar estrategias de consumo y perspectivas de mercado, así que no seré yo quien les lleve la contraria por mucho que sigan mirándome como si fuera el quinto o el sexto jinete del apocalipsis.
Alberto Montero Soler (alberto.montero@uma.es ) es profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga y presidente de la Fundación CEPS. Puedes leer otros textos suyos en su blog La Otra Economía.

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